Muchos pacientes con problemas graves como crisis de ansiedad, depresión y psicosis experimentan síntomas vegetativos.
Los síntomas vegetativos incluyen:
- Problemas de sueño, apetito, cambios de peso, nivel de energía e interés sexual.
● Sueño.
El paciente se puede quejar de exceso de somnolencia (hipersomnia) o de incapacidad para dormir (insomnio). En este último caso, debes determinar qué parte del
periodo normal de sueño está afectada: el inicio (insomnio inicial), intermedio (insomnio
intermedio) o tardío (insomnio terminal). El insomnio terminal suele asociarse con problemas mentales más graves, como la depresión mayor con melancolía. Es mucho más común el insomnio inicial, que a veces afecta a los adultos normales cuando tienen
problemas en la calidad de vida. El insomnio intermedio, despertar a causa de las pesadillas, se puede encontrar en pacientes que consumen mucho alcohol o que tienen trastorno de estrés postraumático. Ésta es una manera en que podrías indagar sobre los
problemas de sueño:
Entrevistador: ¿Ha tenido algún problema para dormir?
Paciente: Sí, ha sido mortal.
Entrevistador: ¿Qué clase de problemas ha tenido?
Paciente: ¿A qué se refiere?
Entrevistador: Bueno, ¿a qué hora de la noche no ha podido dormir bien?
Paciente: Ah, sobre todo tengo problemas para conciliar el sueño.
Entrevistador: ¿Alguna vez se ha despertado muy temprano, antes de la hora de levantarse, y luego no se ha podido dormir otra vez?
Paciente: Sí, también. Eso me pasa mucho.
Entrevistador: ¿Cuánto tiempo acostumbra dormir?
Paciente: Últimamente, supongo... tal vez sólo 4 o 5 horas.
Entrevistador: ¿Y cuando se despierta se siente descansado?
Paciente: Claro, ¡descansado como si hubiera acarreado ladrillos toda la noche!
Entrevistador: ¿Qué tanto le ha afectado este cambio?
● Apetito y peso.
Éstos también pueden aumentar o disminuir durante un episodio del
padecimiento. Además, debes saber qué tan signifi cativo ha sido el cambio (qué tanto
peso ha perdido o aumentado el paciente y en cuánto tiempo). También pregunta si estos
cambios de peso han sido intencionales. Algunos pacientes dicen que no se han pesado
en los días más recientes; en ese caso, preguntar si la ropa les queda más fl oja o apretada
puede ayudar a tener una idea respecto del peso.
● Nivel de energía.
¿El paciente se queja de estar constantemente cansado? ¿Se trata de
un cambio en relación con lo normal para esta persona? ¿Ha interferido de algún modo
en el desempeño laboral o escolar, o en terminar trabajos de la casa? También puedes
escuchar quejas por cambios en otras funciones corporales, como la actividad intestinal.
Por ejemplo, algunos pacientes con depresión grave padecen estreñimiento.
● Variación diurna del estado de ánimo.
Esta frase se refiere a la tendencia de algunos
pacientes a sentirse mejor a ciertas horas del día. Los pacientes con depresión grave a
menudo se sienten peor después de levantarse y mejor a lo largo del día. Cuando es hora
de dormir, pueden sentirse casi normales. Quienes están menos deprimidos reportan con
mayor frecuencia sentirse mejor en las primeras horas del día, pero se sienten deprimidos,
lentos y cansados al anochecer.
● Interés y desempeño sexual.
El funcionamiento sexual suele depender en gran medida
de la sensación de bienestar del individuo. Por lo tanto, la pérdida de interés en el sexo a
menudo es una consecuencia temprana del malestar mental. También debes saber cómo
estos aspectos de la vida sexual del paciente han cambiado: frecuencia, capacidad y placer. La dirección del cambio podría ser al alza o a la baja, dependiendo del problema específico de salud mental. El número y la elección de parejas sexuales también pueden ser
afectados si el juicio está deteriorado. En el capítulo 9 se presenta una descripción más
detallada de los síntomas y patrones sexuales.
Asegúrate de obtener detalles acerca de cualquier respuesta positiva.
Las áreas que se deben
explorar incluyen las siguientes:
● Marital/de pareja. Los pacientes que tienen incluso un padecimiento moderado por lo
general experimentan discordia en su matrimonio y otras relaciones amorosas. Con demasiada frecuencia, el trastorno mental puede llevar al divorcio o a una ruptura.
● Interpersonal. ¿El paciente se ha sentido separado de sus familiares o rechazado por sus
amigos? ¿Puedes decir si se trata sólo de un problema percibido o la conducta ha sido
problemática el tiempo suficiente para que otros en verdad eviten al paciente? Pregunta:
“¿Algo que haya hecho le causa problemas a usted, sus amigos o su familia?”
● Legal. ¿Ha habido dificultades legales? Esto puede ocurrir en especial cuando la historia
se complica por el uso de alcohol y otras sustancias. Pregunta:
“¿Alguna vez ha tenido problemas legales o con la policía?”
“¿Alguna vez ha sido arrestado? ¿Cuántas veces? ¿Por qué?”
“¿Alguna vez ha estado en prisión? ¿Por cuánto tiempo?”
“Alguna vez ha sido enviado a una institución o puesto bajo el control de un tutor,
defensor o fi duciario?”
FACTORES ESTRESANTES
Desde luego, tener síntomas mentales es sumamente estresante por sí mismo, pero aquí consideraremos el estrés en un sentido diferente. Un factor estresante es cualquier condición o
evento que parece causar o empeorar los problemas de salud mental de un paciente. A veces se
denominan factores precipitantes.
“Mi esposo se fugó con su secretaria.”
“Me salí de la escuela.”
“Mi gato murió.”
La variedad de posibles factores estresantes es vasta, y lo que una persona podría encontrar
moderadamente estresante podría parecer catastrófico a alguien más. Durante años (hasta la
publicación del DSM-5), los manuales diagnósticos enumeraban nueve grupos de problemas
psicosociales y ambientales potenciales, que comprendían muchos factores estresantes individuales. En el cuadro 5-1, parafraseo muchos de ellos; deben ocurrir en el periodo de un año
previo a la evaluación. Cuando los enumeres como parte de tu valoración diagnóstica (véase
capítulo 18), debes ser lo más específico posible.
Los pacientes a menudo mencionan factores estresantes durante el discurso libre, o incluso
cuando formulan el motivo de consulta. Si no lo hacen, tienes que preguntar. Un buen momento
para hacerlo es justo después de precisar el inicio del episodio del padecimiento. Si encuentras un
factor estresante, trata de averiguar cómo afectó el curso de la dificultad del paciente. Pregunta:
“¿Ocurría algo en ese momento que pudiera haber dado inicio a sus síntomas?”
“¿Cómo le afectó eso?”